Hay maridajes imposibles, lo mires como lo mires. Creo que el invento de combinar unos bombones de chocolate belga de muy buena fama y mejor calidad con un vino blanco (y para más Inri sin crianza) de albariño, ha sido una de las peores ideas del año. Si algo le sienta mal al chocolate es un vino blanco ácido, frutal, cítrico y con reminiscencias de hierba verde y helecho segado. Eso sí, si vemos los estuches en los que la bombonería vende sus productos (cajitas con lunares muy monas) y vemos la etiqueta de la botella en cuestión, (delantal de faralaes almodovariano de la muerte) ya sabemos que al menos algo tienen en común. Sólo eso, doy fe.
En mi modesta opinión se trata de un intento de aprovechar las navidades queriendo ser los más IN y los más modernos, vendiendo imagen y diseño sin pensar muy bien qué es lo que están ofreciendo dentro del conjunto.
Si el regalo se le hace a un iniciado, (como fue mi caso, ya que ni muerto me gasto esa suma) una vez visto el fiasco del maridaje, todavía se puede “reciclar” e ir a buscar unas ostras o unas navajas al mercado para aprovechar la botella y degustar después unos buenos chocolates con el café tras los postres. Ahora bien, me imagino a aquella persona que se esté iniciando en el mundo del vino y que al recibir el regalo se vea ante la obligación de tener que zamparse todo el surtido de bombones, bien regados por un vino totalmente inadecuado. A ese, si era su bautizo enológico, no lo esperan más en una vinoteca, y la próxima vez que oiga la palabra “albariño”, un escalofrío le recorrerá el espinazo.
No obstante, esto es sólo una opinión. Quien quiera probar la experiencia, puede encontrar el conjunto en: http://www.petitplaisir.com/tienda/ o en las tiendas que tiene la franquicia en Madrid y Barcelona.
En mi modesta opinión se trata de un intento de aprovechar las navidades queriendo ser los más IN y los más modernos, vendiendo imagen y diseño sin pensar muy bien qué es lo que están ofreciendo dentro del conjunto.
Luego por si fuera poco tenemos una botella con un precio de 12 € en el mercado, que al unirse a dos paquetitos de 140 gramos de chocolates variados (hojas y corazones), pasa a ser un estuche-regalo de ni más ni menos que 40 €. Un precio a todas luces muy por encima de lo que ofrecen.
Si el regalo se le hace a un iniciado, (como fue mi caso, ya que ni muerto me gasto esa suma) una vez visto el fiasco del maridaje, todavía se puede “reciclar” e ir a buscar unas ostras o unas navajas al mercado para aprovechar la botella y degustar después unos buenos chocolates con el café tras los postres. Ahora bien, me imagino a aquella persona que se esté iniciando en el mundo del vino y que al recibir el regalo se vea ante la obligación de tener que zamparse todo el surtido de bombones, bien regados por un vino totalmente inadecuado. A ese, si era su bautizo enológico, no lo esperan más en una vinoteca, y la próxima vez que oiga la palabra “albariño”, un escalofrío le recorrerá el espinazo.
Creo que hay maneras más inteligentes de vender imagen y se de buena tinta que a la Bodega Rosalía de Castro no le faltan campañas que potencien la imagen Cool y desenfadada que tiene ese vino que, por separado tiene una calidad y unos hechos inmejorables y una proyección internacional envidiable.
No obstante, esto es sólo una opinión. Quien quiera probar la experiencia, puede encontrar el conjunto en: http://www.petitplaisir.com/tienda/ o en las tiendas que tiene la franquicia en Madrid y Barcelona.
Para adquirirlos por separado:
Chocolates: Detalles medianos 140 grs: 10,50 €
Chocolates: Detalles medianos 140 grs: 10,50 €
Vino: Bodegas Rosalía de Castro. Meaño. Pontevedra. http://www.pacolola.com/
D.O.: Rías Baixas. Subcomarca de O Salnés
Tipo de Vino: Blanco sin crianza
Añada: 2008
Graduacion: 12.5%
Graduacion: 12.5%
Varietales: 100% Albariño.
Precio aprox: 11,90 €
Precio aprox: 11,90 €
Capacidad: 75cl
0 comentarios:
Publicar un comentario