CESILIA ROSÉ 2.006
90% Merlot y 10% Sirah. 13º alc.
VISTA. Color piel de cebolla muy ajado y evolucionado. Limpio y brillante
NARIZ. Ausencia de notas reductivas o “cárnicas” como se podría esperar en un rosado con 6 años. Predominio de notas lácticas (nata, mantequilla), que inmediatamente viran a ligeros acetaldehídos (laca y quitaesmalte). Reseñar que todo ello dentro de una contención aromática agradable, que se combina con alguna nota floral (jazmín, azucena) y bastantes notas dulces (crema pastelera y vainilla).
BOCA. Entrada sorprendentemente viva, exultante de acidez, con claras notas de ciruela madura y flores azules (lilas). El centro se corresponde en retronasal a las notas que da en nariz demostrando una gran franqueza, teniendo un final acídulo y vivo, no exento de esas notas a mantequilla que combinan a la perfección para ofrecer un posgusto largo y agradable.
CESILIA ROSÉ 2.007
40% Merlot y 60% Monastrell. 12,5º alc.
VISTA. Color rojo fresa madura, muy entero y potente de tono, muy por encima en cuanto a tono y capa al 2.006. Limpio y brillante.
NARIZ. Ciertas notas reductivas (ligeras lacas), que al instante dan paso a unas elegantísimas notas a madera limpia, vainilla y mantequilla (whiskilactonas). Resumiendo se puede destacar la agradable nariz con la primera y única referencia a la crianza en madera que va a aparecer en toda la cata. Al dejar oxigenar la copa, aparecen notas florales a jazmín y ciertos tonos de licor de leche.
BOCA. Entrada ligeramente golosa, algo más que amble, dando paso a un centro que da la sensación de oquedad tras lo atractivo de la nariz. El final d evoca es largo, basado en un posgusto donde predominan los amargores no demasiado subidos que dotan al conjunto de cierta elegancia y equilibran la “pastelosidad” vivida en nariz y boca.
(La añada 2.008 no se pudo conseguir ni siquiera en bodega, por lo que desde aquí hacemos un llamamiento a un buen samaritano que conserve alguna botella y la quiera donar a la ciencia para redondear y completar esta cata retrospectiva, contactando con el número que aparece en pantalla).
CESILIA ROSÉ 2.009
85% Merlot y 15% Monastrell. 13º alc.
VISTA. Color naranja muy evolucionado, entre el zanahoria claro y el azafrán oscuro, muy desvaído de capa, ligeramente acuoso y virando a salmón. Algo falto de brillo, pero limpio y sin partículas en suspensión.
NARIZ. Acusadas notas reductivas (más bien tufos), dando inequívocas notas metálicas (lata de cerveza), que sin embargo pasan a ofrecer una fruta que no se había vislumbrado en las añadas anteriores (ciruela y jínjol). Una vez reposa, se apodera de la nariz un aroma a rosa marchita y a esparto muy acusado.
BOCA. La entrada es muy liviana en cuanto a sensaciones sápidas, ligeramente ácida, demostrando bastante vida por delante, aunque no se por qué ni para qué. En el centro se ve de manera clara que falta fruta y sobra algo de sensación alcohólica y potencia salina. El posgusto es corto con recuerdos “vinosos” y ligeramente herbáceos.
CESILIA ROSÉ 2.010
85% Merlot y 15% Monastrell. 13º alc.
VISTA. Color salmón subido virando a madera de cerezo, con bastante intensidad de color, pero a su vez con unas tonalidades ligeramente teja y oxidadas en el centro de la copa. Mantiene el brillo y la limpidez.
NARIZ. Destacan otra vez las notas lácteas, pero son rápidamente enmascaradas por aromas de frutos del bosque azul (grosella, arándanos y moras) que ofrecen su vertiente más acídula y perfumada a la nariz de este vino.
BOCA. La entrada es muy viva y potente en cuanto a sensaciones vivas y acídulas, teniendo un paso glicérico y algo corpulento que va a desembocar en un centro de boca con predominio de las sensaciones vegetales y herbáceas, muy dotado de potencia alcohólica y con la suficiente carga de acidez para dar paso a un final bastante largo y acídulo, donde destaca la piel de ciruela, el hollejo verde y un lejano recuerdo a mora verde.
CESILIA ROSÉ 2.011
Merlot, Monastrell y Syrah. 12,5º alc.
VISTA. Color fresa oscuro virando a cereza vivo, derrochando color y sensación de viveza y potencia. Muy limpio y brillante.
NARIZ. Un frente de notas dulces (mermelada de ciruela y fresa), da paso a un fondo de fruta ligeramente ácida, tonos balsámicos y regaliz, que completan el ciclo con notas aromáticas herbales (boj y forraje verde). Como resumen de esta nariz y en comparación con las anteriores, destacar la complejidad y viveza que aporta a un rosado la añada joven por una parte y por otra ese toque especial y distintivo que le aporta la Syrah a un copage que no había variado hasta hoy, desde el nacimiento de este vino.
BOCA. Entrada ligeramente seca, con un paso glicérico y aterciopelado que tiende a expansivo, para llegar a un centro de boca donde se ofrece fruta madura (mora, melocotón), a la par de sensaciones potentes y vinosas, que se combinan con una sensación glicérica muy acuciada y demasiado salina. El final de boca es medio, con recuerdos agridulces y todavía marcados por esa salinidad anteriormente descrita.
1 comentarios:
Hola Jose, interesante cata.
Yo he probado 2009 y 2010, y me gustó más el primero. Bebí el 2010 por última vez este verano, y me pareció que ya estaba el final de su período óptimo, aunque veo que en vuestra cata, añadas más antiguas aún tenían mucho que ofrecer.
En cualquier caso, un rosado más que interesante, sin ninguna duda.
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