La Funcional sala de catas de la enoteca Vadevins de Alicante sirvió de escenario para protagonizar una cata maridada de chocolates y vinos que sirvió de colofón a las actividades que durante el 2.011 ha llevado a cabo ese grupo de enamorados del vino y el buen vivir que se hacen llamar “Los Cinco Sentidos”. En la cata se nos introdujo en profundidad en el atractivo mundo del chocolate, a través de una sucesión ascendente según la pureza y contenido en cacao de cada muestra, comenzando con un 70%, hasta llegar a un 99%.
Es sorprendente la variedad de aromas que puede dar un chocolate. Gracias a nuestro conductor, Juan Gallego y su proyecto de ficha de cata, se pudo desmembrar el conjunto y analizar uno por uno, incluso dando la puntuación pertinente en cada aspecto, tanto visual como olfativo y gustativo. Terminada la cata propiamente dicha, donde a partir de un 85% de contenido en cacao la cosa se convirtió en una dura prueba para el paladar ( os recuerdo que se acabó con un 99%, verdaderamente difícil de comprender por el amargor y la profusión de tostados y empireumáticos), se pasó a una armonía de las muestras con cuatro tipos de vino: un tinto de bobal de Utiel-Requena, un dulce natural de moscatel de la D.O. Málaga, un Pedro Ximénez de Jerez y un oporto LBV del 2004 que, aunque todavía en su más tierna infancia, sirvió al propósito de expresar las notas de fruta y licor en estado “salvaje”, necesarias para armonizar con alguno de los chocolates.
Como broche de oro, el veterano sumiller Alfonso Montalbán nos ofreció una disertación sobre cómo ha evolucionado para los sumilleres el concepto que se tenía antes y ahora sobre el mundo del vino y el chocolate, acabando con una divertida historia que provocó el gozo y la hilaridad de todos los presentes.
Agradecer como siempre a Juan José Castelló y a Casto Copete su paciencia y hospitalidad, sin olvidar la profesionalidad del resto de personas que conforman el equipo de Vadevins.
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