jueves, 4 de noviembre de 2010

LORIÑÓN RESERVA 2.005


LA FRUTA RESISTIÓ A LA MADERA

Vista. Rojo picota muy subido de capa, con el ribete rubí algo ancho y desvaído en su borde. Limpio y brillante, con lágrima ligeramente coloreada, bastante estrecha y densa, con caída lenta. Color bien fijado y relativamente poca evolución para tratarse de un 2.005.

Nariz. De intensidad alta, con un predominio inicial de fruta roja sobremadura (ciruela y fresa), combinada con otras notas más acídulas pero dentro del segmento de fruta madura (frambuesa, arándanos y moras). Tras el golpe frutal, la nariz se relaja un poco y deja discernir notas de torrefacto (café, cacao y pan tostado). Tras reposar un par de minutos, sobresalen de la copa unos deliciosos aromas florales (violeta y rosa). Al oxigenar, el alcohol se hace presente y da notas clarísimas de fruta en licor (cerezas al marrasquino).

Boca. Entrada no muy seca, más bien amable y bastante fresca, con un paso de boca amplio y glicérico, donde los taninos maduros provenientes de la barrica muy tostada se agarran un poco a las mucosas, potenciando la sensación de viveza que ya de por sí aporta la acidez latente en el vino. Tiene peso y bastante presencia en boca. El centro se nos desvela eminentemente frutal, con cerezas en licor y compota de fresa, pero rápidamente se ven desplazadas por unos tostados algo excesivos (café y pan tostado) que se apoderan de la boca. Una vez pasada la oleada de empireumáticos, se atisban por retronasal notas muy agradables a tabaco de pipa, cuero limpio y un ligero regusto balsámico (barra de regaliz negra). El posgusto es bastante mantenido, dejando una doble sensación en la que al principio se deja sentir un hollejo maduro que se prolonga en el tiempo, hasta que los amargos se erigen como último recuerdo.

En conclusión nos encontramos ante un vino con una composición varietal a la riojana, donde entiendo la adición de graciano y mazuelo para vivificar a la tempranillo, pero no sé que aporta un efímero 5% de garnacha a la mezcla, sobre todo si luego se piensa enmascarar el resultado tras unos tostados tan subidos. No obstante, la uva ha demostrado tener una madurez y extracción muy buenas y ha aportado todo lo que le ha dejado la madera, posiblemente americana, con un nivel de tostado más propio de un bourbon que de un tempranillo.

Por el lado positivo, que también lo tiene, destacar que la composición solamente se hace algo pesada en el centro de boca, pero sin embargo crea una nariz larga y cambiante que tiene bastante atractivo y divertimento. También se ha logrado un bonito final de boca donde sí que se han sabido complementar a la perfección los elementos para dejar una sensación tónica y frutal al mismo tiempo.

No debemos olvidar que estamos ante un vino con un segmento de precio próximo a los 8-9 € y que nos va a hacer disfrutar un buen rato analizando sus continuas evoluciones. La temperatura de servicio la situaría en torno a los 17ºC para que no se hagan patentes unos taninos que, en caso temperatura más baja, darían astringencia al vino. En caso de subirla nos podría dar una cierta sensación de pesadez alcohólica. El maridaje ideal, si se quiere centrar la tención en el vino, lo llevaría hacia unos embutidos ibéricos o unas tostas de sobrasada y/o morcilla. Si se quiere armonizar con platos calientes, irá de maravilla con guisos de ternera, perdiz escabechada o gazpacho manchego.

Respecto a la fecha de consumo, no dejaría que perdiera más carga frutal, por lo que recomiendo su consumo de aquí a unos meses.


Tipo de vino: Tinto con 20 meses de crianza en barrica.

Variedades: 85% tempranillo, 5% graciano, 5% mazuelo y 5% garnacha.

D.O./Zona: Rioja Alta.

Grad. Alcohólica: 13,5º

Precio aprox.: 9,5€

Bodega: Bodegas Bretón Criadores S.L. Carretera de Fuenmayor, Km. 1,5. 26.370 Navarrete (La Rioja).Telf. 941 440 840

Mail: infowebodegasbreton.com

Web: www.bodegasbreton.com

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