miércoles, 7 de abril de 2010

CATA COMPARATIVA PRÍNCIPE DE SALINAS 2.007/ROJO Y NEGRO 2.007





BUENA GARNACHA Y MEJOR MONASTRELL FRENTE A FRENTE

El mes pasado la bodega Gutiérrez de la Vega tuvo la genial idea de organizar una cata virtual comparativa de dos de los tintos de su bodega: Príncipe de Salinas 2007 y Rojo y Negro también de la misma añada. Una vez con las botellas delante y un buen grupo de cata acompañándome, procedí a catarlos, aunque mi instinto me decía que descorchar estos vinos con tan poca edad iba a ser un infanticidio. Por un lado estuvo bien, ya que así dentro de un par de años repetiré la cata y podré comprobar su evolución y su ganancia con el tiempo (eso espero).

Rojo y Negro 2.007

Vista. Rojo picota muy cubierto, con un ribete estrecho y cárdeno, derrochando viveza y extracción de color. La lágrima densa y algo coloreada.
En Nariz se presenta muy frutal, con predominio de moras y frambuesas, no dando la sensación de dulzor y pesadez alcohólica que dan en nariz otros vinos de su zona y graduación (beneficio de la vegetal garnacha). Aparecen notas minerales (pizarra, esquistos) y balsámicos muy atlánticos (eucalipto, brezo). Armonía en nariz entre fruta, alcohol y unos tostados muy ligeros y sutiles.
En Boca tiene una entrada seca y ligeramente golosa (sensación engañosa que desparece al instante, presentando una acidez viva pero comedida muy lograda). El paso es amplio y con cierto peso en boca, aunque aún hay taninos sin desbravar que se agarran al paladar y dejan algo de astringencia. En el centro de boca aparecen moras maduras y fresas algo verdes, creando un contrapunto muy bueno que se complementa en retronasal con florales de lilas y violetas. Las especias de la barrica (clavo muy sutil) se despliegan junto a los torrefactos (tabaco y café). No veo mineralidad en boca. El posgusto largo y agradable, sin amargores ni herbáceos, sino un hollejo bien madurado que perdura casi dos minutos.
En Conclusión es un vino “de corte atlántico” hecho en el mediterráneo, huyendo de las garnachas licoreras de otras zonas mediterráneas o de las silvestres aragonesas. La redondez posiblemente la alcanzará en dos o tres años cuando los taninos propios de una buena extracción y una maceración larga, se rebajen en botella.

Príncipe de Salinas 2.007

Vista. Rojo guinda altísimamente cubierto, con ribete rubí algo amplio y fluido. La lágrima densa y pesada pero sin colorear. Buena extracción pero algo de evolución para lo joven que es.
La Nariz es eminentemente frutal, con ciruela madura, higos y cerezas en licor. El lirio y el romero aportan sus notas florales al conjunto. El terruño y la mineralidad son una parte importante de la nariz de este vino. Pizarra, Creta y terracota dominan por debajo de la fruta pero por encima del cuero limpio, el cacao y la trementina ¿resina de pino? que también andan presentes. El alcohol se integra bien pero no se esconde. En resumen una nariz mediterránea y potente.
En Boca, la entrada es golosa en su justa medida y con una acidez seria que augura una larga vida y despeja los temores de evolución que presentaba en la fase visual. Tiene mucho peso en la lengua y un tacto aterciopelado y muy amplio, casi expansivo, en su paso de boca. Al centro llega cubierto de fruta en sabores y monte bajo en la retronasal, dejando un hueco para la madera de cedro y la cerámica roja mojada. El posgusto es de duración media y ligeramente acídulo, pero dejando para el final, al igual que su hermano, un agradable recuerdo a “pellejo de pasa”.

En Conclusión, un vino maduro y adulto que si bien tiene años por delante, no dudaría en consumirlo ya mismo. Se observa un equilibrio casi perfecto (los años borrarán el casi) y una complejidad que crece, evoluciona y varía entre sorbo y sorbo, haciendo que el contenido de la copa se disfrute de distinta forma desde el principio al fin. Es lo que tienen los grandes cuando están bien hechos.

Elegir entre los dos sería tarea difícil. Es como preguntarle a un niño si quiere más a papá o a mamá. Cada vino en su lugar y su contexto tienen su atractivo y ambos van sobrados de calidad, pero si tuviera que elegir “in extremis”, creo que el Príncipe me ha hecho tilín.

Bodega: Gutierrez de la Vega. C/ Les Quintanes, 1 Parcent (Alicante). tlf. 966 403 871
Web: http://www.castadiva.es/
Mail: info@castadiva.es
Información de la bodega y sus vinos en este blog: http://marevinum.blogspot.com/2009/11/jornada-gloriosa-en-bodegas-gutierrez_30.html


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